Religión, sistema de valores, publicidad…casi todo el mundo tiene algo en lo que cree, o al menos algo que sienta las bases de lo que no puede explicar y le hace sentir más seguro para poder seguir su vida a sabiendas de que hay ciertas cosas que son así y punto.
Sabiendo que mi opinión en esto es tan relativa como todas las demás, que no importa lo que crea, que no tiene tanta relevancia si a fin de cuentas escapa a nuestro conocimiento, no me molesté nunca en identificarme con ninguna religión o ninguna de las cosas anteriores.
Cada uno construye su realidad en torno a su pensamiento, yo decidí hacerlo en torno a la estética. La relatividad me permite creer en lo que quiera, tan subjetivamente como persona que soy, y si tengo que responder de vez en cuando a la pregunta “ ¿Y tú en que crees?” ,que ciertas personas siempre se encargan de pronunciar, inventé para ello una respuesta que lejos de dejar satisfecho al oyente, a mí me parece muy correcta:
-¿Qué en que creo?, Imagino que habrás oído algo sobre la teoría del caos, aquello de que “el aleteo de una mariposa en una parte del mundo puede provocar un tornado en el otro extremo ”. Pues básicamente es eso, si tengo que creer en algo y cualquier cosa va a ser rebatida igual, esto por lo menos suena bonito, estético como decía y te permite crear toda una serie de planteamientos cuanto menos utópicos-
Todos generamos un efecto en cada interacción, cuando sales a la calle tu presencia la cambia, cuando conversas haces pensar al otro, cuando le sirves un café a alguien y cargas su organismo de cafeína,….y lo mismo a la inversa.
Con todo y con ello la gente sigue sintiéndose sola, sigue pensando que cualquier cosa que haga no sirve para nada, que somos poco más que individuos aislados mirando a un conjunto aparentemente inmóvil y reacio.
Como la mayoría, se cómo funcionan los cambios, lentos y poco perceptibles, pero me gusta levantarme por las mañanas, dejar que el camarero me ayude a empezar el día con el café y un par de tostadas, salir a la calle a sabiendas que ahora es, sino mejor, por lo menos diferente porque estoy en ella, y pensar que una conversación quizás provoque un huracán en algún otro lugar...
Utopía o no, lo dicho, si hay que creer en algo, y si puede ser cualquier cosa, por lo menos que sea bonito.